¿A QUÉ SABE LA LUNA?
Voy a contaros algo que sucedió un día en nuestra aula y que no consigo olvidar. Fue algo mágico que hasta ahora nunca nos había ocurrido.
Era lunes, 11 de enero, antes de terminar el día les dije a los niños y niñas que al día siguiente cuando volviéramos a la clase les iba a contar un cuento que les gustaría. Sin más empecé a colgar en el la pizarra el título “¿A QUÉ SABE LA LUNA?” Luego fui pegando de uno en uno los animales protagonistas de la historia. Algunos niños conocían el cuento pero casi no lo recordaban y otros no lo conocían. Se fueron a casa con ganas de volver al día siguiente para conocer la historia pero, ¿cual fue nuestra sorpresa? Pues que cuando volvimos, únicamente quedaban en la pizarra el pez y la luna, el resto de animales habían desaparecido. En su lugar encontramos una nota en la que decían que se habían ido y que si queríamos recuperarlos deberíamos superar una serie de retos que nos irían enviando cada día.
Sorpresa, emoción, motivación...tenemos todo lo necesario para empezar a aprender. Está todo preparado para trabajar cualquier contenido y competencia que queramos en forma de reto. Nosotros hemos comprendido normas orales de juegos, hemos leído y comprendido adivinanzas para resolverlas, hemos activado nuestras neuronas espejo y nuestra coordinación auditivo motriz, hemos trabajado diferentes unidades de medida, hemos conocido las principales características de los animales, hemos jugado con todo lo que ello conlleva...y todo desde el aprendizaje cooperativo y mediante actividades que, conociendo a nuestro alumnado, sabíamos que les iban a motivar.
En este enlace podréis encontrar el diario con las actividades de todo el proyecto para que os sirva como orientación pero teniendo en cuenta que tanto los retos como los contenidos y competencias trabajados pueden ser modificados en función de nuestras necesidades.
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